Columna de opinión
Durante el desarrollo del siglo XX, el océano atlántico fue la ruta comercial de mayor utilización para el intercambio y desarrollo mercantil. Sin embargo, hoy la perspectiva de desarrollo está en el Asia-Pacifico cuya capacidad productiva y proyecciones atraen no solo los países de América que no tienen acceso al océano pacífico, sino también a los países europeos que ven y proyectan el futuro en la ruta del pacífico que los guíe y conecte a los pueblos de Asia y Oceanía.
Por este motivo, los países de la región están buscando una ruta de acceso al océano pacífico con la misión de acceder al comercio multilateral, siendo fundamental los actos de fraternidad de las fronteras con salida a este océano, quienes adquieren mayor relevancia o valor, frente a la interdependencia necesaria de las naciones para alcanzar el desarrollo, perfeccionado grandes acuerdos y negociaciones multilaterales para lograr el objetivo transfronterizo. En este sentido, debemos hacer grandes esfuerzos de ingeniería, económicos y medioambientales, cuyos resultados se concretarán con la creación de rutas comerciales sustentables que permitan conectar el océano pacífico con el océano atlántico: los corredores bioceánicos.
La importancia de los corredores bioceánicos radica en múltiples aspectos que potenciarán el desarrollo comercial, turístico y medioambiental, contribuyendo además vías y mecanismos de integración de la región, siendo una gran oportunidad para que Chile se convierta en una potencia logística y portuaria que favorezca el desarrollo de sus regiones. En consiguiente, los países sudamericanos debemos ser capaces de generar una política conjunta de cooperación regional en la materia, que facilite el desarrollo integral de la región junto con el trabajo de políticas de seguridad unidas, que cercioren y permitan la apertura al desarrollo territorial desde un océano a otro en todos sus ejes.
En mi calidad de presidente pro tempore de la Comisión Interparlamentaria de Seguimiento a la Alianza del Pacífico, Cisap, me reuní con la presidencia del Parlamento del Mercosur (Parlasur), para discutir las dimensiones regionales y proyecciones estratégicas de los corredores bioceánicos de la región, intercambiando puntos de vista y logrando generar una instancia de diálogo fructífero, compartiendo expectativas y experiencias que nos permiten proyectarnos en la generación de políticas futuras para el desarrollo de vínculos estables y sólidos en la materia que consolidarán las bases para una verdadera conectividad e integración regional.
Debemos tener una mirada que facilite el desarrollo integral de los países de la región. Para lograrlo tenemos que trabajar en conjunto teniendo no solo una mirada de Estado, sino también, una mirada continental que permita consolidar la creación de múltiples corredores bioceánicos que conectarán las distintas regiones de nuestro país con otros centros de inversión y desarrollo.
Por este motivo, debemos generar políticas publicas tendientes a modernizar nuestro sistema portuario, nuestras aduanas y modernizar nuestros sistemas de ingeniería para llevar estas obras a la realidad nacional con el propósito de convertir a Chile en el mayor centro logístico y económico de la región.